sábado, 14 de agosto de 2010

ciencia con conciencia comun

Para el ser humano la ciencia ha sido el elemento principal para avanzar en términos evolutivos. Esto ha proporcionado mejoras en muchos aspectos vitales para el hombre, como la salud, la educación, la vivienda, etc. Sin embargo, este hecho ha dado como producto un gran poder. También, la ciencia se ha usado para el dominio y sometimiento de otros seres humanos mediante la guerra, a través de la tecnología para crear armas de destrucción masiva, implantando miedo bajo amenazas de ataques. Este también ha sido uno de los usos que se le ha dado a la ciencia. En si misma la ciencia no tendría ética o moral alguna, pero el hombre sí. En esta medida habría una contradicción, pues la ciencia se usa para evolucionar y mejorar la calidad de vida ¿por qué se hace lo contrario? Esto amerita el análisis desde varios puntos de vista, el moral y ético, la evolución del hombre y la evolución de la ciencia.

La ciencia se ha convertido en una práctica sin conciencia en muchos aspectos, pues se ha pensado en varias ocasiones en el beneficio de particulares o de grupos determinados. El ideal para la sociedad seria tener una ciencia con conciencia común.

Es necesario hacer una diferenciación entre la evolución del hombre y la evolución de la ciencia. Es cierto que la ciencia está determinada a la evolución del hombre, en términos de que por si sola no evoluciona pues siendo el hombre su creador esta sujeta a este. Sin embargo, la ciencia puede evolucionar y el hombre involucionar.

Una de las aplicaciones de la ciencia al llevarla a la práctica es la tecnología, el hombre ha innovado en la creación de armas para obtener poder sobre los demás, es así como día tras día inicia una carrera por avances tecnológicos a través de la ciencia, en esta medida la ciencia avanza pero el hombre no. Esto puede sonar a un juicio puramente moral, sin embargo no es del todo cierto. Además, de ir en contravía a lo establecido moralmente por una sociedad determinada en relación al respeto por los demás, esto va en contravía a su naturaleza, en el sentido estricto de conservar la especie, como lo hacen las demás que habitan el planeta. Está dentro de la naturaleza de cualquier especie conservarse y asegurar que perduren en el tiempo. Así es notable que no solo dependa de un juicio moral, si no también de un juicio racional.

El hombre hace uso de su facultad de razonar para ir en contra de su naturaleza, pero también podría hacerlo para encaminarse de nuevo. Es así como el involuciona mientras hace que la ciencia evoluciona, es decir que la evolución de la ciencia no necesariamente es benéfica para el ser humano. Es necesario que el hombre tome conciencia de sus actos, para pueda realizar una ciencia con conciencia.

Pero, a la pregunta inicial de porque el hombre hace lo contrario al fin inicial de la ciencia, es decir la búsqueda de conocimiento para el bien común, se puede encontrar una aproximación en el psicoanálisis. Tomando al psicoanalista Fernando Ángel (2002), en su texto llamado “el racismo aquí entre nos”, alude a lo siguiente: “desde el propio inicio de nuestra socialización, un egocentrismo radical, imposible de erradicar, domina nuestras reacciones y aunque puede verse ontológicamente como parte de un equilibrio necesario para centrar la psique en el mundo, genera a su vez la exclusión de los demás”. Este autor plantea que es tanto el egocentrismo, que hay sujetos que llegan a convertirse en una especie de dios donde todo se hace a imagen y semejanza suya y que adicional a esto lo celebra con la sentencia bíblica “quien no está conmigo está contra mí”. Es importante precisar que estos planteamientos de Fernando Ángel son basados en lo que expone Cornelius Castoriadis sobre el cerco cognitivo: “los colectivos humanos tienden a generar una forma de clausura que expulsa las significaciones externas”. Teniendo en cuenta los argumentos anteriormente mencionados, es viable proponer que los comportamientos del ser humano contra los otros está basado en una exclusión psíquica, claro está que se hablaría de un fenómeno inconsciente.

De esto se pueden concluir dos cosas muy importantes:

• La evolución de la ciencia no necesariamente contribuye a la evolución del hombre, si esta no es una ciencia con conciencia.

• El hombre generalmente intenta atentar contra su naturaleza y como consecuencia de esto afecta al colectivo.


CARMONA DUARTE, Manuel Fernando

Epistemología
14 de Agosto de 2010

Una ciencia incluyente; el ser y su exterior

Fundación Universitaria Los Libertadores

Psicología
Fundamentos Epistemología psicológica
Jhonatan Giraldo Gutiérrez
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La ciencia y su método

Una ciencia incluyente; el ser y su exterior


La ciencia es tomada por muchos bajo parámetros inconciliables de que para considerarla como tal debe ser medible, cuantificable y observable, pero no necesariamente toda ciencia debe ser considerada por estos parámetros.



Para iniciar la ciencia debe ser abierta, flexible, no solo de manera positivista se llega a hacer ciencia ya que convertirían fácilmente en un dogma que se argumenta bajo ciertos “principios fundamentales” que harían perder datos valiosos que se escapan dentro de inflexibilidad, para poder orientar mejor una investigación para convertirla en ciencia se debe tener en cuenta el contexto, todos los datos siempre serán necesarios para el conocimiento y la posterior categorización y de esta manera obtener datos mas precisos dentro de un marco riguroso no solo de medición, para articular todos los datos debe tener características como lo tiene la inteligencia debe ser reversible, debe tener un proceso circular en donde todos se puede ampliar desde su perspectiva incluyendo datos esenciales y modificables, como es hecho por humanos la perfección que toma el positivismo es utópico por consiguiente es imperfecto.

Como tal la técnica o método a emplear debe ser un proceso, un ciclo empleado para construir conocimiento, como se decía anteriormente esta sujeta la ciencia a un devenir histórico, humano lleno de azares y probabilidades; se entiende que el conocimiento es un proceso continuo de aprendizaje, descubrimiento de fenómenos que se presentan del cual se recopila información se codifica, clasifica, estudia y posteriormente se cuantifica si se desea, pero antes de ser técnicamente ciencia positivista es una ciencia también así no lo se considere actualmente de esta forma.

La duda es muy importante dentro de todo contexto, es ella la que impone, crea nuevas teorías o las modifica, hace que el conocimiento y la ciencia evoluciones como ciencia , pienso que cada persona en si también tiene su método de ciencia sea para X o Y pertinencia o hacer pero que dentro de su contexto la ciencia es humana y por ende llega a perseguir un fin deseado y que esta atado a la subjetividad no del científico sino de la población, sujeto y contexto del cual se experimenta, sin caer en prejuicios y recalcando la rigurosidad del científico de tal manera que no afecte sus perjuicios al estudio o investigación realizada.



De esta manera el hombre, científico, no debe tener la doctrina positivista sino ms bien ser abierto al cambio pues es el mismo cambio y refutación el que no lleva a la evolución y progreso social, dejando ver una realidad contenida en su contexto, experiencia, cognición y compleja de dialogo continuo entre el ser (lógico, cognoscente) y el exterior (realidad del otro, contextos) solo de esta forma se debería considerar ciencia.

Para concluir tenemos inicialmente que el método científico debe reunir todos los aspectos humanos y ser incluyente abierto y solicitante a toda información que se pueda recolectar en el trascurso de la investigación o de la búsqueda de su conocimiento.


La duda, la retroalimentación y el dialogo entre el ser y su exterior hacen que se tomen todos los aspectos humanos y se haga ciencia.

¿La ciencia acude al sentido, o el sentido debe acudir a la ciencia?


¿La ciencia acude al sentido, o el sentido debe acudir a la ciencia?


Hipótesis

La ciencia para formar constructo, debe acudir a un sentido.



Al hablar de ciencia, suscita en la mente de las personas la idea de una estructura dominante en el universo, de la cual surgen innumerables teorías y planteamientos dando respuesta a las incógnitas, como también la creación de bases que den cuenta de la explicación del entorno en el que nos encontramos. Cada precursor de las ideas que conglomeraron la sociedad, han dejado marcado y dejado brechas por las cuales cada quien desea agarrarse; esto se llega a generar en la medida en que cada tipo de teoría llega a alcanzar un saber, el cual se tiende a acercar a la realidad. No se puede llegar a ignorar lo que escuchamos, ya que esto deviene desde que nacemos, ese componente cultural nos sostiene y sujeta a una sociedad, es imposible desoír e ignorar el peso del conocimiento y de las ideas fundadas y arraigadas de generación en generación.


Ya bien lo mencionaba De Certau, cuando decía: “¿es posible comprender algo que no se comparte?” y refiero este cuestionamiento en tanto se nace con un bagaje de miles de conocimientos respecto a algo en particular, no obstante, con certeza, es claro que casi la totalidad de estos no se llegan a comprender, en la medida en que no llegan a pasar por la experiencia. Y surge esta pregunta: ¿en la creación de las teorías que comprenden el universo, hubo de por medio un sentido?, puede que si, pero desde mi punto de vista, puede que la construcción de teorías, de medios que den comprensión y explicación a los fenómenos de la tierra y del ser humano como tal, iban ligados tras un objetivo, que como tal un sentido. Es decir, el objetivo encaminado a lograr algo que a nadie se le había ocurrido llegar a realizar, un objetivo ligado a favorecer o desfavorecer el medio, un objetivo ligado a la supervivencia, a la satisfacción, al reconocimiento, a explicar el comportamiento del ser humano; queda el sin sabor de la inquietud, inquietud por saber si hubo un sentido tras la construcción de teorías, sentido ante la formación de lo que hoy llamamos ciencia y de lo que es llamado por el sujeto como poseer conocimiento, un supuesto saber sobre algo de lo cual la gente del común no llega a acceder, por suponer que la ciencia y el conocimiento es de acceso a solamente lo eruditos y grandes pensadores de la historia, a sólo los estudiados e indagadores de los contextos que hacen parte de la sociedad.


Bueno, sucede que luego de escribir al anterior párrafo, surgió otro interrogante, que tal vez puede significar algo, o de cuenta de el por qué pensar que tal vez la ciencia deba tener un sentido antecedido a la creación y construcción de conocimiento: tal vez el problema de no estar seguros si se encuentra antecedido un sentido ante la ciencia, es porque no se tiene conocimiento de ella, o bueno, de los lineamientos o diferentes planteamientos de la cual se deriva; por otro lado, en tanto no se tiene conocimiento de ese saber, se llega a la incredulidad, a dudar de lo que se escucha, o de lo que se antepone a nuestros ojos.


Ahora, debido a la incredulidad del conocimiento, se puede generar un problema respecto a que en tanto no se conoce lo que se escucha, no se puede llegar a comprender, y el hecho de que no se pueda llegar a comprender es porque no se llega a compartir lo que se escucha, en tanto no sea sólo escucha de algo sino compartir esa escucha con la experiencia; la duda sobre el llegar a saber algo, o con la base de un supuesto saber sobre un conocimiento, replica en el entorno, se supone que se sabe algo, pero no se llega a tener la certeza de que eso sea así, como también se tiene la duda, ya que no se ha llegado a vivenciar, o a indagar sobre lo que se encuentra detrás del conocimiento, de la ciencia, de lo que vagamente se escucha pero que no se retiene en tanto, se pueda llegar el ser humano a explicar, o sólo a comprender el por qué de lo que se escucha, pero sobre todo, qué sentido habita en lo que se escucha, como algo que puede mover masas, como también que de cuenta de la explicación de algo. Así que en tanto se indague, analice, o pase por la experiencia, no logra llegar a tener sentido, al no tener sentido pierde su valor, sea como un conocimiento, independiente de si es positivo o negativo, me refiero a que pierde sentido y pierde valor en tanto se desconozca lo que le antecede, como también en tanto simplemente es escuchado como un saber, que hace parte del conglomerado de teorías y saberes en el mundo. Si la ciencia acude al sentido, o si el sentido acude a la ciencia, depende de la subjetividad por la cual cada persona quiera tomar parte, desde mi postura, la ciencia debe acudir a un sentido, para así lograr lo que algunos saberes o conocimientos no han llegado a realizar.


Conclusiones


La ciencia debe acudir a un sentido para crear, construir saber, ligado a la comprensión de lo que se desea realizar.


La ciencia debe acudir a un sentido, en tanto pueda generar herramientas de acceso a ese saber, como también poder llegar a pasar por la experiencia, en tanto que el llegar a esta dinámica, puede generar sentido, tanto en lo que se hace, como también respecto a la comprensión de lo que se escucha, sobre el supuesto saber.


Angélica María Neuta Flórez
















domingo, 8 de agosto de 2010

epistemologia

El conocimiento es un tema que siempre ha cautivado al hombre, incluso desde los primeros pasos de su evolución cuando intentaban sobrevivir en un mundo donde eran una de las especies más débiles en comparación con las otras que habitaban con ellos, el simple hecho de dominar el fuego y la creación de herramientas de caza era el comienzo de la carrera por aprender, por conocer y crear conocimiento. El conocimiento le ha proporcionado al ser humano poder, y la lucha por obtenerlo ha persistido a través de los años.
Kant en su obra crítica de la razón pura, hace referencia a la relación del hombre y el conocimiento sujetos al tiempo y al espacio, él argumenta que el conocimiento absoluto es imposible de tener, debido a que el hombre está inmerso y depende de la relación de una línea conformada por espacio-tiempo, pues solo somos una fracción de ésta, podríamos obtener todo el conocimiento que se produzca durante nuestra existencia, es más, el conocimiento que hubo antes de que existiéramos, pero sería imposible adquirir el que venga después de que termina nuestra existencia. El ser humano está condenado a esto, y aun así persiste en obtenerlo totalmente.


A la pregunta ¿como sabemos que sabemos? El ser humano se encontraría en una encrucijada, lo que hoy es cierto tal vez mañana no, o lo que se cree que es en realidad no puede ser, y aquí se introduce un término complejo, el de realidad, pues ahí tantas realidades como cabezas en el mundo. Cada persona vive una realidad distinta, y su conocimiento está sujeto a ésta. Algunos, han intentado crear convenciones para determinar lo real de lo no real, o la verdadero de lo falso mediante la ciencia, otros mediante la religión, así se crean teorías y formas de conocimiento muy diversas, pero ¿podría tenerse certeza de ello? Existe una diferencia entre verdades y certezas. Se puede creer que se tiene la verdad de algo, por múltiples razones, por ejemplo experiencias, experimentos científicos, que en últimas también son experiencias, pues el término lo dice (experimento), etc., mas sin embargo como se puede tener la certeza de algo, ni siquiera se puede decir que la vida termina con la muerte, ya que habrán algunos que dicen que después de esta vida hay otra, los militantes de la ciencia dirán que eso no se puede comprobar y si alguien refuta ellos responderán que se demuestre lo contrario, sin embargo, que ellos digan eso no quiere decir que no sea posible, he ahí un claro ejemplo de que se pueden decir verdades pero no certezas.

El conocimiento está atado a estas cosas y a muchos otros factores que influyen en el proceso de adquisición. El sentido de este texto no es querer demostrar el afán del ser humano por adquirir conocimiento y que puede resultar inútil, sino es un llamado a la reflexión de cómo se da este proceso y de su importancia en la existencia del ser humano, es indispensable e incluso inevitable, pues hasta para reflexionar del conocimiento hay que hacer uso de él, para escribir este texto se usó.



Manuel Fernando Carmona Duarte

Verdad y Conocimiento

¿Desde qué momento se adquiere el conocimiento?, ¿Existe alguna diferencia entre la certeza y la verdad?, ¿La realidad se encuentra enlazada a la subjetividad, donde para cada uno habita una realidad muy diferente a otra, y donde la verdad y el supuesto saber que se tiene es el único que posee valor? Son cuestionamientos que suscitan confrontarse con otro sinnúmero de interrogantes acerca de la verdad, ligada al conocimiento que se tiene acerca de algo, a un supuesto saber que se tiene sobre algo en específico. Resulta complicado tener la certeza de que una teoría, lineamiento o saber acerca de un tema determinado; no obstante se maneja la tendencia a apostarle a lo que se considera que se acerca a la verdad que circunda el medio en el que nos encontramos, como también dar cuenta de un fenómeno que ocurre en el ser humano. El conocimiento que se adquiere sobre la vida, y el entorno en el que se convive, yace desde antes del nacimiento, la madre es la encargada de iniciar el proceso de mostrar al hijo, independiente de que se encuentre en el vientre, de lo que sucede en su exterior; no necesariamente la madre establece un continuo dialogo con su hijo, tan sólo el hecho de que el hijo escuche lo que sucede en su entorno, puede dar cuenta de dónde se encuentra y de cómo es el mundo, el cual va a ser parte de él cada día de su vida. Desde allí surge el conocimiento, el cual nace por medio de la experiencia, por medio de un sistema de creencias que se va a encontrar unido estrechamente a la cotidianidad; Cuando se tiene conocimiento sobre algo en particular, se llega a apostar sobre eso, no obstante, eso sobre lo que se cree, llega a cambiar, pero sorpresivamente, no cambia por el simple hecho de que alguien llegue a decir que sobre lo que se cree es falso y debe dejar de pensarse, por el contrario, independiente de que lo que a uno le transmiten sobre un hecho, el cual da cuenta de que lo que se cree no es cierto, no es suficiente para que el sujeto cambie lo que considera para sí mismo la verdad. Esta verdad llega a cambiar en la medida en que por sí mismo esto llegue a cambiar, en tanto todo pase por la experiencia. Al vivenciar un suceso que ponga en entredicho o valide o desmonte lo que se creia y consideraba verdad, esta puede llegar a cambiar, y puede generar un cambio de pensamiento, un cambio en la realidad del sujeto. Es por esto que la verdad y la certeza son totalmente diferentes, en tanto una,  la "verdad" la cual se encuentra estrechamente implícita en nuestro pensar, posee algo de validez, más en tanto no ha podido pasar por una acción o vivencia que de cuenta que esa verdad si es posible, y por esto, no se llega a tener la certeza de que ésta sea verdadera, por lo menos subjetivamente, ya que existen verdades universales que no han llegado a pasar por la experiencia de algunos sujetos y finalmente viven bajo un esuqema de verdades de las cuales, no poseen la certeza de que sean total verdad.


Angélica María Neuta Flórez